YO

Mi nombre es Hunter Headen. Eh vivido mi vida enserado intentando mezclarme en una sociedad consumista. Imitando a los demás seres que me rodean, camuflándome.

Pero un día mi ser interior, que había estado atrapado por años, salió a luz, obligándome a ser quien en realidad soy.

Te invito a leer mi diario... Soy Hunter Headen y soy un asesino.

martes, 7 de junio de 2011

SUCIA SANGRE.

Mis pies aún se sentían helados... mis músculos agotados, llegue a pensar que me habían drogado con alguna especie de fármaco.
La voz a mis espaldas era masculina... algo aguda sin embargo, y con ese tono de... de psicópata!

-Quién eres? –pregunte relajando por fin mis músculos... no haría la misma pregunta tonta... “¿Por qué me tienes aquí?, ni suplicaría por mi vida... Sabia bien porqué estaba allí... y también sabía que no me dejaría ir. 

La persona se acercó a mi con paso lento... como meditando y repensando cada movimiento. Pronto sentí una mano fría... helada que se deslizaba por mi cuello.

-Hermoso... -suspiró.

Mis ojos se abrieron, era mayor el asombro que el miedo, increíblemente, quede sin habla.

-Suave... pálida, pero a la vez... Fuerte -volvió a susurrar...

“No no no... esto no esta pasando” suplicaba para mis adentros... en verdad... prefiero morir.

Su mano aún se deslizaba por mi cuello, y amenazaba con bajar.

“Hunter, idiota... su intención es despellejarte”... la voz tenía toda la razón, en ese momento el psicópata se inclinó hacia mi, dejando su cara junto a la mía, y pude ver... como a mi derecha, subía lentamente un afilado bisturí en dirección a mi cuello.

En ese momento estaba nublado... mi mente estaba despojada de cualquier tipo de idea o pensamiento... parecía que me rendía en manos de otro asesino.

-si no vuelves... pronto iree..., a buscarte en donde estés... -comenzó a tararear en mis oídos, me parecía tan familiar...- adiós mamá... –claro que era familiar! El maldito estaba cantando la canción de mi madre. 

Una extraña fuerza se apoderó de mi espíritu en ese momento. Me incliné hacia adelante lo más posible... para tomar impulso y golpear su frente con mi cabeza al volver atras. Él calló de espalda, dejando el bisturí caído en mi falda. Visto el panorama... solo tenía que recuperar una de mis manos... pero rápido!
Tenía que concentrarme en zafar, pero la agitada respiración del invecil al levantarse me distrajo cuando estaba a punto de liberarme. Pronto sentí que algo me agarraba el cuello y sofocaba, efectivamente... me estaba ahorcando con una especie de piola.
La falta de oxígeno hizo efecto a los pocos segundos, entorpeciendo mis movimientos... pero una de mis manos aún luchaba por desamarrarse... y lo conseguí. Casi instintivamente tomé el bisturí y corte  la piola de mi cuello, y torpemente la que amarraba mi mano izquierda.
Cuando el psicópata se volvió a abalanzar hacia mi, lo esperaba un preciso bisturí que se hundió en su garganta. Bañándome en sangre sucia.

Corte la piola que envolvía mis pies, y al fin pude ver a mis espaldas… Una especie de estantería repleta de bollones, con tamaños y formas variadas, y que contenían diferentes partes de cuerpo humano.
 El psicópata se extendía a mis pies, sobre un gran charco de sangre. Era un joven, eso explicaba su voz aguda…


Ese si que fue un mal día… de esos malos de verdad. Tuve que limpiar un gran charco de sucia sangre, y revisar toda la casa para asegurarme de que no quedaban rastros míos… 

Debo ser mas cauteloso, decididamente. 

domingo, 22 de mayo de 2011

QUIERES UN HELADO?

Todos tenemos errores, lo acepto. Pero hay ciertas situaciones en las que no me puedo permitir fallar, esta era una, y fallé...



   -frutilla o crema? –pregunto desde el pequeño camión.
   -Ambos! –dijo el niño recontando las monedas que llevaba en sus bolsillos.
   -Valla... en verdad te gustan los helados... –el niño asintió con una sonrisa- ya se, te daré un premio! Entra por la puerta trasera de mi camión, esta abierta, tengo muchos... muchos helados para vos.

El pequeño con dificultad entro por la puerta trasera del camión blanco. Las ventanas se subieron y las puertas se serraron. El camión se marcho...

Día tras día intentaba perseguir aquel camión, pero no lo conseguía, por una cosa u otra se perdía de mi vista, llegué a la conclusión de que tendría que acercarme de otra manera.

El día estaba nublado y lluvioso, hasta un tanto fresco, pero el camión se hacía de la esquina de siempre. Me acerqué a el caminando, temí que reconociera mi camioneta, ya que lo había seguido por mucho tiempo. Cuando estaba a punto de llegar, el camión se puso en marcha.
   -Hey! –grite golpeando la chapa.
Mire a al rededor, no había nadie. El conductor ya me había visto y tal vez esta sería mi única oportunidad. Me eché a correr tras el, pude agarrarme de la puerta trasera antes de que el camión alcanzara más velocidad, en pocos segundos me encontraba entrando a el...

   -Maldición... –balbucee al ver lo que allí dentro había.
La caja del camión de helados, parecía la heladera de una carnicería. Las paredes completamente manchadas de sangre seca, al parecer ahí era donde asesinaba a los niños. En una mesa se encontraban varios tipos de cuchillos también ensangrentados, y por el piso se extendían las piolas... con las cuales seguramente los amarro... antes de matarlos.
-que clase de asesino es tan descuidado? –me pregunté a mi mismo.
En ese momento la temperatura comenzó a descender rápidamente, por las rejillas de los costados entraba un aire helado, que prácticamente quemaba mi piel.
-maldición! –balbucee nuevamente, pero esta vez titiritando de frío.
Patee la puerta esperando que se abriera fácilmente pero no lo conseguí. Probé nuevamente pero no había caso, estaba herméticamente serrada.
Pronto comencé a desesperarme, mis piernas apenas me mantenían parado y no encontraba manera de abrir aquella puerta.
“Hunter eres un idiota, cavaste tu propia tumba”
-Este no es momento para que me interrumpas! Estoy pensando! –grité mientras trataba de forzar la cerradura de la puerta.



Hacía aproximadamente media hora que estaba allí dentro, el frío me tenía acurrucado e inmóvil en un rincón. El camión saltaba constantemente... lo que me decía que estábamos en las afueras de la ciudad. Mi cuerpo ya no resistía...

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Cuando desperté me encontraba amarrado de pies y manos a una silla, en medio de una habitación, al juzgar por el techo de dos aguas y muy estrecho, era una especie de látigo.
Trataba de no moverme, si sea quien sea... estaba tras mío, se daría a conocer en cuanto yo despertara... y en ese momento no tenia ningún plan en mente...
Mire a mi alrededor sin girar la cabeza, pero no pude ver nada útil...
 -Hay alguien aquí?... –pregunté resignado...

-jaja... quieres un helado?

viernes, 13 de mayo de 2011

"ERES MENOS ASESINO POR MATAR A OTRO ASESINO?"


Por mi cabeza solo rondaban imágenes, sonidos, olores, escenas de mi último asesinato... mientras preparaba las cosas para realizar uno nuevo.
Un nuevo set de cuchillos, tijeras, navajas, un bisturí... perfectamente afilados.
Guantes de látex, y soga de nylon.

Seguí su auto mientras se dirigía al trabajo. Derek Williams era empleado en una fabrica de comida para perros, situada en las afueras de la ciudad, y trabajaba de noche, para mi conveniencia.

Solo tenia que hacerlo parar, en medio de la calle desierta, apenas iluminada por la luz de la  luna y a esta hora podría llevármelo sin testigos.
Tuve que acelerar para rebasar el coche de Derek, que de por si ya iba rápido. En el momento en que los dos autos de enfrentaron, me desvié hacia el, haciendo trizas su espejo retrovisor... ambos estacionamos.

-Que te sucede amigo? Mira lo que haz hecho! – gritaba mientras se dirigía a mi- mira lo que le has hecho a mi auto!

“no te preocupes... ya no lo necesitaras”... sentí la voz en mi cabeza... me tranquilizó.

-Oye lo ciento mucho –me disculpe mientras salía del auto- en realidad... ni siquiera tengo seguro... es mejor dejarlo así y evitarnos problemas.
-Acaso estas loco? Yo si tengo seguro y pienso hacer uso de el, así que muéstrame tus documentos!

“si tu lo quieres” me voltee hacia el auto solo para tomar impulso y poder golpearle, justo en la cien. No logre desmayarlo pero si lo aturdí lo suficiente como para tomar el trapo con cloroformo y  desvanecerlo.

En menos de diez minutos nos encontrábamos en la casa de mi madre... en donde crecí... y en donde ocurrió aquello que me hizo ser quien soy… mi cuna.
Derek se encontraba inmovilizado con hilos de nylon a la mesa, amordazado... y acababa de despertar.

-Hola Derek... claro... así no puedes hablar... abandoné el rincón oscuro en donde me encontraba y le quite la mordaza.
-Quién eres y qué quieres? pregunto tratando de mirar a su alrededor.
-Demasiado valiente considerando tu situación, o debería decir... tonto? -susurré con voz irónica cerca de su oído.
-Vamos amigo, que quieres? Lo podemos arreglar de otra manera...
-Eso te decían tus victimas? No.. claro... demasiado oportuno para que lo diga una niña de diez años... o un jovencito de catorce... ¿pero qué estoy diciendo? Eran tus hijos... tu los conocías mas que nadie no es así?
-De qué estas hablando? -pude ver como comenzaba a temblar y sudar.
-Vamos, se que puedes recordarlo... no es tan difícil. Fuiste padre soltero por 5 años... lo entiendo... los niños son difíciles pero... tanto como para matarlos y fingir que desaparecieron? No lo creo Derek!
-Vamos amigo... no se de que hablas! Déjame salir  te pagare!
-Jaja... claro –lo tome del cuello impidiéndole respirar- acaso no entiendes? Esas aquí porque mataste a tus hijos! Hijo de parra... y ahora estas a  punto de morir! –lo solté y fui a por mis herramientas...
-Y tu estas librado? Acaso te crees un justiciero o que? Eres menos asesino por matar a otro asesino? Cuando te llegue la hora iras al mismo infierno que yo!
-Si... –escogí el bisturí- tal vez nos veamos ahí –con el cuchillo corte limpiamente la falange de su dedo índice, no me molestaron en nada sus gritos- pero… por el momento, manadle mis saludos a Satán –tomé   el bisturí y lo deslicé por su cuello... demoro en par de segundos en morir... El tiempo que le tomo a los hilos de sangre llegar al piso… y avanzar por las imperfecciones del nylon.



“Eres menos asesino por matar a otro asesino?” esa frase rondaba mi mente días después... cuando Derek ya estaba en las profundidades de la tierra. Quien posee la facultad de decidir, de marcar esa delgada línea entre el bien y el mal? Dios? ... soy tan asesino como el... o no?

lunes, 18 de abril de 2011

TENGO QUE VOLVER A HACERLO

Todo fue tan fácil, tan rápido, todo parecía terminar...

En cuanto tuve al tercero en mi mesa... supe que todo acababa. No necesite siquiera interrogarle. Mi alma se sentía tan libre... hasta le permití excusarse...

¿Y por qué siento aún esa voz?...

Sábado... mi día de descanso. Me levante a la una de la tarde sintiéndome aún cansado, almorcé junto a la estufa... comida recalentada.... luego me senté frente al televisor , pasaron alrededor de 15 minutos cuando me di cuenta que llevaba tiempo observando la pantalla negra... y fue ahí que pregunte que me sucedía..

Tome el bollón donde se encontraban las tres falanges... Lean, Kail y Dan, mis tres amigos.
Recordé sus muertes y sentí un escalofrío al darme cuenta de que las recordaba con alegría... como un momento grato.


Necesitaba escuchar denuedo esa voz... mi voz... preguntarle que será de mi ahora... pero como? Cómo lograr hablar con mi mismo?

No funciono en la cama... ni en la bañera... ni frente al espejo... ya era media noche y no conciliaría el sueño sin antes hablar.
Estaba a punto de rendirme cuando se me ocurrió... si había un lugar en el mundo en el cual me encontraría con mi verdadero YO era ese... mi casa.

Conduje hacia ella despacio... mientras recordaba el camino olvidado... que nunca imagine volver a transitar. Aquella zona de la ciudad estaba desolada... habían muy pocas casas habitadas, y la que lo estaban... era ilegalmente. Me iba familiarizando con el lugar a medida que avanzaba por la calle antigua de adoquines... estaba todo tal cual lo había dejado.
Estacione el coche en frente de las rejas antiguamente rojas...   Ahora cubiertas por el oxido. El camino de piedra que llevaba al porche ya estaba cubierto de pasto y yuyos.
Tantee el portón  y se abrió, lo único que pedía en ese momento era que no estuviera ocupada…    era mi única oportunidad de conectar con migo mismo. Camine por el camino de piedra… la nostalgia invadió mis pensamientos… vinieron a mi cabeza recuerdos de mi niñez… de mi madre…  .Seguí adelante, forcé la puerta y al fin pude entrar… era tal cual la recordaba, con la diferencia que estaba revestida por una gruesa capa de polvo, mugre y telas de arañas. Camine a través de la cocina hasta llegar a lo que era el living, y luego el pasillo… con baldosas color crema, que llevaba a los dormitorios.
Me pare en frente de la puerta… estaba a punto de entrar al cuarto de mi madre, el lugar donde todo ocurrió, donde pase de ser un niño inocente, a lo que soy ahora. Tome el pestillo, dispuesto a entrar… cuando…

-Hunter…

No lo podía creer, al fin la escuchaba, mi mano se afirmo al pestillo hasta girarlo…

-¿Estas seguro Hunter?
-¿Por qué? No debería? -claro que estaba seguro… aunque… mi finalidad era escuchar la voz y ya lo estaba haciendo.
-Cuando abras esa puerta los fantasmas de tu pasado volverán… y no sabes si eso será bueno o malo.
-Tenía razón, no sabía con exactitud la reacción que provocaría en mi, ¿podría tener una vida tranquila?

Abrí la puerta, lentamente… era solo una habitación común… solo eso… .
Camine alrededor… me senté en la cama y un ruido sordo se escucho… como si aquello estuviera por partirse. Mire el lugar en donde se encontraba mi madre… hacía tantos años, no había rastros de sangre siquiera.

-Todo esta bien… lo vez?… lo eh superado… -dije con una sonrisa en mi cara-.
-Espero que así sea…

Era tan loco… hablaba con migo mismo con total naturalidad, la misma voz que me provocaba escalofríos y me impedía dormir, ahora me alivia.
Ya estaba todo hecho… me impulse para levantarme pero un agudo dolor en mi cabeza me devolvió a la cama. Comencé a marearme, todo giraba… sucedía lo mismo que en la cabaña, me sentía pesado… ¿acaso la volvería a ver?
  
Cuando pude abrir los ojos, todo había cambiado. Estaba sentado en la cama, con una colcha celeste… el dolor en mi cabeza había desaparecido… en frente de mi estaba ella, hermosa, los rayos de sol que entraban por la ventana alumbraban sus rojos cabellos, vestida con una blusa clara y pantalón beige…  estaba hamacando una cuna… acaso ese… era yo?

Segundos después mi madre comenzó a cantar una canción de cuna…

-En un pueblo… muy lejano… vivía mi amigo Marco… se levantaba muy temprano… para ayudar a su buena mama…

Yo lloraba… mi madre me columpiaba y cantaba con la voz mas dulce que en mi vida eh escuchado.

-Pero un día la tristeza… llego a su corazón… mamá tiene que partir.. A trabajar.. A otro país…

En ese momento los ojos de mi madre se humedecieron. Yo me calme y ella comenzó a acariciarme la frente.

-No te vallas mamá… no te alejes de mi…
Sentía como mi corazón latía cada vez mas fuerte, recordaba… en algún lugar de mi mente… esa canción.

-Adiós mamá, pensare mucho en ti… si no vuelves pronto iré… a buscarte donde estés… no importa donde vallas… te encontrare…

En ese momento note que mis ojos también estaban húmedos, en cierto punto me sentí identificado con la canción, pero… yo no puedo encontrarla…
Mientras la observaba, note que el dolor de mi cabeza comenzaba nuevamente… el mismo dolor, agudo. Todo comenzaba a desaparecer… pero no… necesitaba verla una vez mas solo una. Alcé mi cabeza y mi corazón pareció detenerse en el acto… sus ropas estaban embebidas en sangre, de su mano apretada, caían finos hilos rojos. Ella lloraba, no de temor ni dolor… era un llanto de tristeza… mi cuna aún se balanceaba… y yo dormía.

Todo volvió a la normalidad en segundos. Me encontraba nuevamente en la cama vieja… sosteniendo mi cabeza… pero ya no dolía.

-¿Cómo estas Hunter?
-No se… -conteste desorientado, como si me hubiese despertado de un profundo sueño- No se…
-Tus manos tiemblan Hunter… -dijo la voz… mire mis manos y ambas temblaban, como cuando estaba a punto de matar a Lean y los demás-¿Que sientes Hunter?


-Tengo que volver a hacerlo. Tengo que volver a…

martes, 12 de abril de 2011

CONSERVE ESE TROZO DE DEDO...

El sonar de las campanas marcaba mis pasos... admito con dolor, que tal vez mi Yo interior lo necesitaba desde hacia tiempo...


Seguí sus movimientos tal tigre a su presa, no descuide nada, por diez días.
El desgraciado tenia una vida común, sin remordimientos, sin largas pesadillas noche tras noche; gozaba de la vida que hubiese tenido yo, si el no se hubiera cruzado.

Desayunaba a las 07:30, quince minutos después conducía durante media hora hasta llegar a la empresa donde trabajaba como gerente. 12:05 salía a comer en el bar de la esquina y volvía al trabajo a la 01:00. a las 05:30 volvía a su casa donde se encerraba hasta la mañana siguiente... salvo los miércoles, cuando se da el gusto de salir con sus amistades a tomar unos tragos. Lo siento Lean, este miércoles vendrás con migo.

No podía estar nada improvisado, si quería borrar del mapa a los tres, debía evitar que la policía me encuentre. Nada podía quedar librado al azar. Era el primer paso, para tener una vida.


Aquella noche de miércoles llovía, tanto que dificultaba la visión hacia afuera del mi coche.
Note como mis manos temblaban, pero no tenia miedo, en absoluto. Mis manos temblaban de excitación e impaciencia. Sensaciones que no me podía dar el lujo de sentir, si quería que las cosas salieran a la perfección.

Mi presa dejo la manada para sumirse en la soledad de la oscura noche, su última noche.
Al verlo, una sonrisa adorno mi cara, una sonrisa que ni yo mismo me esperaba. Seguí su coche a la distancia... desearía que no lloviera, eso me dificulta las cosas, pero en cierto modo... siento que no estoy solo, el hecho de escuchar el ruido de la lluvia me saca del silencio enloquecedor en el que vivo inmerso.
  
El estacionamiento del bar, oscuro, alejado, sin cámaras, sin seguridad...
Bajo de su auto, mas no pudo alejarse demasiado cuando lo tome del cuello y con un trapo embebido en cloroformo tape su boca y nariz, hasta que callo al piso.
Cuando abrió los ojos estaba en mi casa... en la cochera para ser mas preciso. Cubrí todo con nylon, ya que la sangre no se quita.

Atado de manos y pies estaba inmóvil, miraba a su alrededor con los ojos desorientados. La luz era tenue, yo me ocultaba en un oscuro rincón, quería ver como despertaba... solo y asustado.

-No gastes energía en vano, no lograras romper las cintas de nylon.

Mi voz lo enloqueció de repente, quería zafarse de alguna manera.

-Donde estas hijo de puta?! Da la cara!

Camine lentamente hacia el. Me miraba... en su cara se reflejaba el pánico... lo mismo que sentí al ver a mi madre cuando el...

-Hola Lean.
-Suéltame hijo de puta!...
-No me recuerdas?
-No te eh visto en mi puta vida! Eres un demente! Suéltame!
-Claro que si, piensa... me conoces...
-Que me sueltes dije!
-Mira mis ojos... vamos que tu puedes, ojos verdes, pelo rojizo... tez clara, hermosa.
-Karen Walt... que relación tienes con esa zorra?

Me admire a mi mismo en ese momento... tiempo atrás hubiera saltado sobre el cuando pronuncio esa palabra... pero ahora solo lo escuche... con una sonrisa en mi rostro.

-Veo que tienes buena memoria... cuéntame, porque mataron a mi madre?
-Así que era tu madre, esa ladrona... –soltó una pequeña risa- en verdad se nos hizo difícil matarle, estaba empeñada en protegerte. Jaja... pobre infeliz.
-Ladrona... por que? -Tome la cuchilla e hice  presión en su cuello hasta que brotaran finos hilos de sangre.
-Nos compraba coca, y la muy tonta encargo más de la que podía pagar.
-Con que esa fue la causa... y porque le quitaron una falange del dedo? Dime! –levante la voz haciendo presión en su cuello.
-No fui yo! –sabia lo que le pasaría... el maldito estaba llorando- fue nuestro jefe, el le corto el dedo y guardo el trozo!

No tenia nada más que preguntar... cambie mi chauchilla por un cuchillo de carnicero, amordace su boca y con un solo movimiento corte la falange de su dedo índice. Propino un quejido de dolor que solo aumento mi desesperación por eliminarlo.

Me acerque a su rostro, y tomando nuevamente le cuchilla  la coloque suavemente sobre su cuello.

-Asesinaste a mi madre, y llevas una vida normal, con una familia y un trabajo honrado. Mientras yo vivo apartado, incapaz de tener una vida... tu muerte no me devolverá a mi madre... pero que más da...

Dicho eso deslice de punta a punta la cuchilla por su cuello. La sangre era tanta que caía de la mesa y formaba un charco en el piso.



Pero no... la sangre era poca comparándola con aquel día...

Conserve ese trozo de dedo...

martes, 5 de abril de 2011

AL FIN... CLARIDAD.

Tres noches sin dormir, cuatro días en vigilia. Y contando...

El rancho es agradable... sobre todo el techo del dormitorio... ya lo se de memoria... 33 tablas horizontales, al natural... astilladas y carcomidas en las puntas... y justo sobre mi cabeza un agujero del tamaño de un puño... no puedo apartar mi vista de el... llevo horas mirándolo.  En medio del campo el silencio es absoluto, y puede llegar a ser enloquecedor.

Toda mi vida trate de mantenerme ocupado, para que justamente esto no suceda. No quería vacaciones, se lo dije exactamente ocho veces a mi jefe... pero según el... yo padecía de “estrés laboral”.

Siento como el fantasma de mi pasado me persigue, y  en los últimos meses pisa mis talones. Los recuerdos que mi mente encerró, todo aquello que no debo recordar, lo podrido de mi ser... quiere salir a luz, y cada vez esta mas cerca.
Las imágenes de aquel hecho se muestran como relámpagos ante mis ojos... no permitiéndome ver claramente, pero tampoco dejándome olvidar.
Sus gritos en el silencio absoluto, las manchas rojas en la madera recién pulida, las imágenes... mi mente me esta jugando una mala pasada? O algo más pasa...

“Tu madre... Hunter, Karen Walt, fue victima de un accidente  de trancito, tu te salvaste, pero eras tan pequeño que tu mente no te deja recordarlo”

Si eso fue verdad, por que escucho sus gritos pidiendo ayuda y suplicando que me dejen ir?

Ya era demasiado, me incorpore y dirigí a la cocina. Otra taza de café... 03:52 AM, salí al porche de madera y me senté en una mecedora antigua que se orientaba al lago... apenas lo veía, la noche era demasiado oscura. Amo la oscuridad, me trae paz. Pero esta era distinta, me recordaba a mi pasado, oscuro y sin recuerdos.

Molesto con migo mismo entre al rancho, pero cuando tuve un pie dentro... todo se comenzó a mover. Yo seguía conciente, pero veía como todo a mi alrededor se oscurecía y luego tomaba un color rojo sangre.

“Hunter...”

Cuando escuche la voz, solo intente escapar de aquello que me atrapaba y llevaba a la oscuridad, me pude tomar del marco de la puerta e incorporarme. Un poco mejor... tenia que llegar al cuarto, lo tenia que hacer... y tirarme en la cama. Tan solo faltaban unos metros cuando caí al piso nuevamente esta vez sin fuerzas. Mis piernas se mojaban... no sabia que era, no podía verlo. Lentamente se aclaro, y pude ver el charco de sangre donde me encontraba y en frente de mi... justo en frente, una mujer. Sus cabellos pelirrojos se mezclaban con la sangre, brillaban aún más que aquel liquido. Los ojos verdes y aún húmedos se clavaban en los míos, tanto que hasta dolían. Llevaba un vestido claro que lentamente absorbía la sangre... sus pies descalzos delicados como sus manos... sus manos! Le faltaba una falange al dedo índice, perfectamente cortado.

Acaso ella era...
No pude pensar en nada... todo comenzó a desaparece rápidamente, dejándome solo en frente al espejo de pie.

“Ese es el primer paso Hunter... recordar...”

-Déjame ver mas! –le hablaba a la nada, desesperado- por favor, solo un poco mas! Solo un poco...

“Lo aras Hunter, el único obstáculo eres tu mismo.”

-No te entiendo! Se claro! –seguía hablando a la nada... hasta que mire al frente y lo vi... mi reflejo. Había estado hablando con migo mismo tanto tiempo y no lo percibí, mi reflejo ya no seguía mis movimientos, y me miraba fijo- bien... ya es un paso, ahora habla claro!

“el ataúd esta abierto para que entierres tu presente...  y puedas dar vida a tu pasado. A lo que realmente eres”

-que tengo que hacer? Dímelo –estaba dispuesto a cualquier cosa por volver a ver a esa mujer- lo are!

En ese momento la escena volvió a cambiar... esta vez... este lugar... era el cementerio. Claro... solo tenia que volver a buscar mi lapida! Hunter Headen- cuarto 740- suicidio.
Corrí entre las lapidas, sin detenerme a mirar... ya que solo veía un agujero... a lo lejos, y tenia que ser el mío.


Al fin, frente a ella... las medidas perfectas... era la mia!

“Solo déjate caer!”

Solo dejarme caer! Era fácil! Dejarme caer...



...


Camino a mi reintegro laboral... pero esta vez... no soy el mismo. El que fue de vacaciones era un hombre inseguro y con muchas dudas de si mismo. El que regresa tiene una meta, un porque estar vivo... y mucho trabajo por delante...

domingo, 30 de enero de 2011

GAME OVER (final)

Me desperté nuevamente sobresaltado, creo que imágenes de aquel sueño aún rondaban por mi mente. Pero costo solo un instante para que mi cabeza se centre en lo que en realidad importaba… una nueva muerte, y por supuesto… idéntica a la del  juego.
     El “jefe” había sido encontrado sobre su escritorio, apuñalado por unas tijeras de plata antigua, las cuales carecían de huellas digitales y de cualquier resto de ADN que no fuera la sangre de la victima.
    En el juego… la imagen era prácticamente la misma, murió recostado en una mesa mirando hacia arriba en una vieja sala de torturas, y porsupuesto… apuñalado.

Me abotonaba la camisa mientras me miraba al espejo… soy atractivo…? Si lo soy…. Si, mi cuerpo esta bastante bien… tal vez un poco trabajado de mas… si, me considero buena persona… tal vez un poco común… demasiado preocupado en el trabajo diría yo…  y porque nunca eh tenido una…
  
     Gracias a dios sonó mi celular…

- Hunter… -dijo la voz al otro lado, que parecía estar mas lejos de lo común, o tal vez yo aún estaba dormido.
- si, el habla. -respondo mientras intentaba subirme los pantalones con una mano, que para colmo me quedaban flojos.
- Te habla Freeman, del departamento. -no era necesario que me mencione el departamento para saber quien era, ya que John Freeman era mi jefe.
- Señor, estaba a punto de salir para continuar con el caso, que se le ofrece? -poniendo mi mejor voz de chico bueno.
-Justo de eso quería hablarte Hunter, has sido trasladado.
-que? No puedo ser trasladado, no justo ahora en medio de un caso, estoy considerando la posibilidad de que sea el caso mas extraño con el que me tope en toda mi vida.
-vamos Hunter! Es solo un suicidio! No quieras encontrarle cinco patas a un gato!
-no! Usted no lo sabe aún, pero acaba de ser asesinado el jefe del mejor amigo de el supuesto “suicidado” que no se suicido… fue…
-Hunter, si me entere. Ese hombre era prácticamente un mafioso, paralelamente a su empresa transportaba coca en un submarino, sabes? No creo que tenga que ver con el inocente Jean.
-valla… -dije un poco desilusionado, pero nadie podría quitarme de la cabeza lo que yo vi con mis propios ojos, ese hombre había sido acecinado por “algo” al igual que en el juego- y podría terminar este caso? Lo tengo en las manos señor.
-el caso de Jean Carter fue serrado al otro día que llegaste ahí Hunter, todas las pruebas indican que fue un suicidio.
-están cometiendo un grave error! -le grite sin pensarlo y corte la llamada, deje el celular en el hotel, para que no me ubicaran y salí lo mas rápido posible hacia la casa de Charlie.

Ese día todo parecía transcurrir mas lento de lo normal, captaba ascetas de la vida cotidiana a las cuales nunca le presto atención. No me hacia gracia que justo cuando estaba apurado, todo parecía moverse en cámara lenta. Pero en ese momento y gracias a “la cámara lenta” pude ver algo. Una chica se introducía en un callejón corriendo, justo una cuadra delante. Tal vez me equivoque pero apostaría que era la chica gótica, amiga de Charlie.
   Lo pensé un momento y sale corriendo hacia el callejón, al fin todo volvía a la normalidad y el tiempo transcurría según a lo que me tenia acostumbrado. Me introduje en el callejón, el cual no era como los demás, oscuros y cerrados al fondo por un muro de ladrillos, sino que este daba a una calle da asfalto desquebrajado y con grandes grietas  que atravesaban la calle de lado a lado. Las casas allí parecían todas abandonadas… de mejor o peor aspecto pero a ninguna apetecía entrar. Camine a lo largo de la destrozada calle mirando a mi alrededor… donde esta? Cuando oí un grito que provenía de la casa de en frente, crucé corriendo la calle, casi tropezándome con  una grieta profunda.
Estaba frente a la casa, solo tenia que buscar por donde entrar, cuando creía saber por donde…
-Hunter Headen…
Sentí como mis ojos se humedecieron, no pude siquiera pestañar… me rodeaba de repente un silencio fúnebre. Solo escuchaba los latidos del corazón, hasta creía sentir su movimiento.
-Hunter Headen…
Denuevo mi cabeza parecía girar y mi estomago comenzaba a revolverse. A mi cabeza venían imágenes como la de… una lapida con mi nombre inscripto.
-Hunter… Hunter… HUNTER!!! Que sucede?? -grito Charlie sacudiéndome.
El chico al notar que recupere el sentido se detuvo a mirarme un par se segundos y sin esperar a que responda su pregunta siguió a los demás adentrándose en la casa.
   Menos de un minuto paso cuando oí un grito…
-NOO… PORQUE?? Le dije que no jugara… le dije….

Aún no salía por completo de mi especie de trance… solo pensaba en que la podía haber ayudado… solo si… fuera un poco mas fuerte. La voz.. Había aparecido y esta vez no estaba dormido, no estaba soñando!

Me alejaba de ahí a paso lento y mirada perdida… mientras seguía pensando.

No los volvería a ver… ni a Charlie ni a sus raros amigos. No supe de sus vidas si es que siguieron. Si es que siguieron…

miércoles, 12 de enero de 2011

3_

_ La cara de Charlie lo dijo todo, mientras yo… intentaba no creer.
 -Quien mas tiene el juego? -le pregunte.
-Es un juego clandestino, aún no ah sido lanzado al mercado. -los nervios se notaban claramente en su voz, el pensaba lo mismo que yo. -Yo pienso que hay que jugar ese juego, mis amigos y yo lo haremos, usted si quiere puede observar!
-Si se ofrecen… -aunque no me pareció buena idea usar a esos chicos de señuelo… tal vez era mi única oportunidad.

Nos encontraríamos en el apartamento de Dan, el grupo de amigos era un tanto particular, yo diría que unos adictos a los videojuegos.
Al fin llego el momento, se sentaron en un sillón y otros en el piso, colocaron las computadoras a un par de metros y las conectaron a un gran plasma, se colocaron los auriculares y a jugar…

-Muy bien…-dijo uno de ellos, el que aparentaba mas edad- no sabemos nada de este video juego, solo que no deberíamos tenerlo.

Yo me busque un lugar al fondo y me senté. El juego comenzó con un libro o especie de diario abriéndose, en el que  se podían ver unas líneas.

-Bien -dijo Charlie- una de las cosas que me alcanzo a decir Jean de este juego es que se activa con la voz, supongo que tendremos que leer esta oración.
-Leámosla todos juntos -propuso una chica morocha con pinta de gótica.

THE PRAYER OF ELIZABETH

“Come to me clouds
May you rise as an evil storm
Born to rip them open
And destroid who resists
Let the blood of many,
Give eternal beau ti.”


En cuanto terminaron de leer la oración un escalofrío corrió por mi cuerpo… “Les doy la bienvenida, si oyes esto significa que has cometido un grave error, has pronunciado las palabras y pronto vas a morir por ello, en este preciso instante, el mal de este lugar corre por tus venas. Estas marcado por la muerte. Tu decisión te ah traído aquí, a la hacienda Deluz. Hace doscientos años la condesa Elizabeth Bathory inauguro Deluz como un colegio privado para señoritas” en ese momento la chica gótica empezó a hablar con su hermano y me impidió escuchar la voz del juego, menciono ya haber escuchado el nombre de la condesa. Luego siguió la voz “lo que les ocurrió a esas niñas fue algo tan depravado, que se elimino toda referencia en los archivos cúpricos. El mal Deluz a renacido, tu salvación esta tras las puertas de esta finca, tu única posibilidad es la siguiente: descubrir la espantosa verdad de la hacienda Deluz y poner fin al mal, pero… para conseguirlo debes SOBREVIVIR.


Para cuando termino la presentación, todos los chicos habían creado ya su carácter  y estaban dentro de la finca. Note que la presentación del juego logro incomodarlos un poco.
Charlie comenzó a avanzar por el camino de piedra hacia la casa, en ese momento los controles comenzaron a vibrar, y de entre los arbustos apareció una especie de zombie, era una niña pequeña de pijama, completamente ensangrentada. Charlie le disparo con el arma y callo al suelo. Desapareció el cuerpo y quedo una rosa roja en el piso “Cuando el miedo te paralice, cuando la sombra de la muerte te rodee, deja caer una rosa, te ayudara a sobrevivir.”
La chica gótica aporto información denuevo diciendo que los fantasmas no pueden pasar sobre el tallo de una rosa.
Comenzaron a jugar, algunos por el cementerio, otros prefirieron entrar directamente a la casa, pero siempre en grupos. Al parecer el jefe de la compañía donde trabajaba Charlie también estaba jugando desde su oficina en red, y se comunicaba por los audífonos.

-Maldición! -Grito Charlie- el jefe murió…

martes, 28 de diciembre de 2010

2_



Al llegar a la escena, todo se torno muy confuso…
Según los informes, el chico se suicido, pero… quien se suicida de esta forma? Sus ropas desarregladas, sucio, una porción de torta sin terminar sobre la mesa. Nada serraba.

-¿Que fue lo ultimo que hizo el chico? -pregunte a un compañero, Zac.
-Por lo que nos dicen sus amigos, lo único que podía estar haciendo a esa hora era jugar video juegos. Era un chico con demasiado tiempo libre, sin novia, vivía solo, le sobraba el dinero y con sus amigos… solo… jugaban video juegos.

El chico… Jean, se había colgado en el centro de las escaleras, era una escena macabra. la cuerda que se utilizó, estaba cuidadosamente atada al techo, lo que no parecía fácil, esto quiere decir que el chico lo planeo, o lo que yo creo… no fue un suicidio.




-Bien… Charlie, tu eras el mejor amigo de Jean, sabias todo de el, no es así?
-Así es - respondió el chico cabeza agacha.
-Si suponemos que no fue un suicidio, si no que… fue asesinado, ¡tendrías a algún sospechoso?  No se… algún enemigo… venganza… engaños… no se…
-No, nadie. Era demasiado bueno, y además no se relacionaba demasiado, somos un grupo de amigos reducido y el no pasa de eso, no sale… nada.
-Cuando fue la ultima vez que lo viste o hablaste con el?
-Esa noche… la noche que sucedió…
-bien… y… notaste algo extraño? Algo anormal? Que se saliera de la rutina…
-No, todo lo contrario, me llamo para… espera… ahora que lo dices, me llamo para contarme de un juego, estaba un tanto nervioso, decía que el juego era muy real y para el año en que se había creado era bastante avanzado ya que se activaba con la voz… también menciono que había pasado todo el día en eso, y acababa de perder.
-Podrías acompañarme a la casa de Jean,  precisamente al lugar en donde juega?
-claro…


Entramos a la habitación. No era un cuarto,  sino una sala preparada especialmente para eso… jugar videojuegos.


-Esa es la computadora que utilizaba para jugar. -dijo Charlie señalando una portátil blanca.

La abrí. En unos instantes la pantalla negra tomo color y pude ver las palabras “GAME OVER” y de fondo un muñeco con apariencia similar a la de Jean… colgado.




Yo diría que no... no es un dato irrelevante.

lunes, 20 de diciembre de 2010

GAME OVER

CAP 1




Luego de despertar, todo mi cuerpo se sentía adormecido. En verdad parecía que había estado días en cama. No podía dejar de pensar en aquel sueño, al menos en lo poco que me acordaba de el. Estuve cerca de media hora sentado en la cama cuando me percate de la hora y de que debía ir a trabajar.

Estacione la vieja camioneta, tome mi maletín y entre a la base. Creo ya haber dicho que no puedo mencionar su nombre. Hoy me tocaba trabajo de oficina, genial!
Entre y me senté en mi escritorio, solo deseaba que fuera un día normal, solo eso... sin estrés.
Estaba investigando un par de casos. El primero se trataba de una cadáver que fue encontrado en medio de una chacra sin extremidades ni ojos. Al parecer era de una joven de 17 años. El segundo trataba de una pareja de jóvenes que desaparecieron, pero no sin antes torturar y acecinar a la empleada domestica de uno de ellos. Por que? Valla uno a saber.

La policía una que otra vez nos pide colaboración, ya que no da a vasto, pero últimamente el numero de casos a aumentado demasiado.

Mientras revisaba  el ultimo caso, entro a mi despacho Tara, mi secretaria de turno, y me dejo unos papeles. “genial” pensé para mi, otro caso.

Se trataba de un joven de 25 años, un suicidio… mas precisamente se  había ahorcado. Lo extraño es que este chico acababa de recibirse, había heredado una gran fortuna de un abuelo hacía casi un año, y por mas que interrogaran a todos sus conocidos no se pudo hallar ningún desperfecto en su vida, salvo que era un adicto a los video juegos.

No se que, pero un algo especial tenia este caso, que decidí ir a ver la escena del crimen.





Y… que sea un adicto a los video juegos… es un dato irrelevante?

domingo, 5 de diciembre de 2010

SUICIDIO?


Desperté sobresaltado. Me encontraba acostado en una cama, dura, el olor a humedad prácticamente no me dejaba respirar. En cuanto abrí por completo los ojos, me di cuenta de que estaba en el centro de una habitación, la luz no era mucha. Pude notar que sobre mi había una especie de circulo, supuse que era una antigua sala de operaciones. Esperen… ¿Qué hago yo aquí?, tan pronto como me lo pregunte, me intente incorporar, y en ese momento me di cuenta que mis muñecas estaban atadas a la camilla.

-¿Hay alguien aquí?!! -grite desesperado, parecía que todo el entrenamiento que había recibido no servia de nada. Se supone que debo de mantener mi mente centrada en situaciones adversas… pero esto… en verdad me esta volviendo loco!

-Hunter Headen… Hunter Headen… -era denuevo esa voz…

Estaba decidido a salir, solo tenia que hacer fuerza… fuerza con mis brazos! Sentía que mis brazos iban a explotar… intentaba concentrarme en escapar pero la voz no se detenía!… demore alrededor de un minuto en romper aquello que me ataba, y poder poner mis pies en el piso al fin.

Un dolor horrible en mi cabeza aumentaba cada vez mas, mi estomago de retorcía y me provocaba unas ganas terribles de arrojar. Tan pronto como pude terminar de hacer arcadas, busque la puerta. Me tomo mucho encontrarle, mi visión estaba borrosa.

Corrí por un pasillo, temía que fuera el mismo, temía que la voz volviera a parecer! Corría con todas mis fuerzas pero no avanzaba lo suficiente… tropecé… intente levantarme pero volví a caer. Que tonto… me encontraba tirado en un corredor oscuro, sin fuerzas para ponerme de pie. No dejaba de mover mis dedos… tal vez para asegurarme que aún estaba vivo…
          No se cuanto tiempo paso, hasta que pude levantar mi cabeza y mirar hacia delante, fue ahí que las esperanzas volvieron. Pude ver una luz.
No se de donde saque fuerzas, tal vez sea cierto que el ser humano  no muestra su verdadera fortaleza hasta encontrarse en una situación limite, en fin… pude levantarme y seguir corriendo! Veía como la luz se acercaba. Pronto me di cuenta que era una puerta, y daba al patio, genial! Era de día.

Al fin… fuera.

-Que es esto? -me pregunte.

No era el patio… al menos no el que conocía. Era un… cementerio. Aun sin creer lo que mis ojos veían, caminaba por entre las lapidas. Las inscripciones eran extrañas, tenían un nombre, un número de cuarto, y… el motivo de muerte. ¿un numero de cuarto? Acaso eran pacientes?
Aquello era un mundo de lapidas, habían cientos… miles. Mery Carter, cuarto 759, paro cardiaco. Kathy Fox, cuarto 758, muerte natural. Tomas Hopkins, cuarto 757, causa de muerte desconocida.

Mientras leía las lapidas, recordé que mi cuarto era el  740, estaba cerca… debía seguir? Camine mientras los números decrecían. 748... 747... 746...

-Hunter Headen… -era denuevo esa voz…

745... 744... 743...

-Que frágil es la mente del ser humano, ¿lo has pensado Hunter? -esa voz seguía molestando- que fácil que es… volverse loco…

742... 741...

-La maquina perfecta eh? El ser humano… pero que fácil es cuando se lo ataca desde dentro…

740...

Mi tumba… mi lapida… Hunter Headen, cuarto 740, suicidio.
Mi tumba no estaba serrada, en frente a la lapida estaba el agujero… y un ataúd abierto… en el fondo. Mi ataúd? Mi lapida? Suicidio?
-Eres frágil Hunter… tu mente es débil… -la voz era cada vez mas fuerte- TU te estas matando… estas enloqueciendo Hunter… cae… cae al ataúd, esa es tu salvación… tu descanso.

Caí, así como lo dijo esa voz, así como lo dije yo, caí… y me sentía aliviado, el dolor de cabeza desaparecía, mi estomago ya no se retorcía… mi cuerpo estaba liviano… no sentía dolor… solo sentía… paz.



De repente desperté sobresaltado… estaba… ¿en mi casa?

martes, 23 de noviembre de 2010

La voz...


-Hunter Headen … Hunter Headen!!…

Apenas veía mis pies, la oscuridad era absoluta. Caminaba, y caminaba. Yo quería correr pero mi cuerpo no podía… -Hunter Headen… Hunter Headen!! - denuevo esa voz, caminaba por el callejón escuro, yo solo… -Hunter Headen… Hunter Headen!!- denuevo esa voz… todo se movía, todo se tornaba borroso… -Hunter Headen…- la voz se acerca…

-Hunter Headen!

Me despertaron los golpes de la puerta. mi cama estaba empapada en sudor, ¿era un sueño? Se veía tan real… me levante a abrir la puerta.

-Chico, aquí te dejo las sabanas y toallas, solo por hoy, la próxima vez si no contestas a la primer llamada me iré!- me gruño.
-Bien, lo siento.

Volví a entrar a mi habitación, ya no aguantaba el dolor en mi cabeza. De repente vi al muchacho regordete de la noche anterior, con esa risa malévola en el rostro, se reflejaba en el espejo roto que colgaba en frente… ¿Qué quiere decir esto? ¿Es uno de los responsables de que yo este aquí?…

Seguía sentado en la cama cuando sonó la campana, lo que quería decir… hora de comer!
En realidad tenia hambre, pero me desagradaba comer ahí. Preferí caminar por el edificio sin rumbo definido…
Después de quince minutos de caminar en línea recta la luz comenzó a disminuir, ya no había ventanas ni cuartos, ya no había nada… era solo un pasillo angosto del cual no veía el fin. Dude un par de veces sobre continuar caminando o no… pero mi curiosidad me llevo a seguir.  Ya hacia media hora que caminaba, tal vez estaba rodeando el edificio.  Vi puertas a mi izquierda, eran cuartos deshabitados, o eso creí.
Camine un poco mas y me decidí a volver, al parecer no había nada fuera de lo común.

-Hunter Headen…

Era denuevo  esa voz, la voz de mi sueño. ¿en realidad me estoy volviendo loco?

-Hunter Headen…
-¿Quien SOS? Donde estas? -comencé a mirar a los lados, pero no veía a nadie.
-Sabes bien quien soy Hunter Headen.
-No lo se! Dímelo… no te tengo miedo.
-Si me temes, me temes mas que a nada Hunter…
-No te temo… quien eres?
-Me temes Hunter, me temes… temes estar enloqueciendo.

En ese momento mis piernas perdieron fuerza… todo mi cuerpo perdió fuerza y caí al suelo… solo podía oír la voz… -Me temes Hunter… temes estar enloqueciendo… enloqueciendo… estas enloqueciendo… me temes Hunter, porque soy tu.

lunes, 15 de noviembre de 2010

La primer noche.


Lo recuerdo como si fuera ayer. Aún extrañado por estar allí, decidí dejar que me lleven a cenar. La enfermera me dirigió al comedor a través de un pasillo largo y no muy iluminado. No pude dejar de mirar al costado en ningún momento, allí se encontraban todos los cuartos de los pacientes. No me extraño ver que algunas puertas estuvieran protegidas por rejas.

-¿Esas personas nunca salen de ahí? – pregunté, intentando ser amable.
-No.

No volví a hablarle, tal vez quería estar en silencio. Eso me recordó a mi mismo.

Nos detuvimos al llegar al gran comedor, a mi izquierda se encontraban las ventanas donde 5 mujeres un tanto desagradables servían la comida. A la derecha se extendía un centenar de mesas, separadas a la mitad por una especie de reja. Los que se sentaban al otro lado, iban vestidos de blanco y comían en un total silencio. 

-Eh, tu! Decídete.

Escuche un grito y gire mi cabeza hacia las ventanas, una mujer gorda y desprolija me hacia señas con una espátula en la mano. Me di cuenta de que era el último y me apure a tomar una bandeja de los estantes que estaban próximos a las ventanas.

-¿Que prefieres? – me pregunto mientras señalaba con la espátula una gran bandeja de lasaña y un enorme latón de guiso de lentejas.

Nunca me considere delicado para la comida, es más decir, la comida de la escuela militar no era para nada buena. Pero ese latón de guiso... no tengo palabras para describirlo, y la lasaña... a la lasaña se le caía el relleno por el costado y parecía...

-Quiero una manzana – creo que noto mi cara de asco.
-Haber cuanto te dura niño lindo – me respondió malhumorada casi tirando la manzana en mi bandeja.

¿niño lindo? Me pregunte mientras buscaba con la mirada una mesa vacía. 

Terminaba mi manzana cuando se abrió la gran puerta de golpe, y entraron 5guardias de seguridad. Un hombre de color, de casi dos metros de altura, tomaba del cuello a un muchacho pelirrojo de mi edad. Este ya estaba casi inconciente para cuando llegaron los guardias, quienes se llevaron al grandote. Casi de inmediato entro la enfermera con un asistente y subieron al muchacho a una camilla, la cual estaba gris de mugre, pero ya no me extraño.
Valla episodio para mi primer comida, pensé. Cuando decidí que ya era suficiente y me dispuse a levantar, note que dos hombres se acercaban. Uno de ellos era alto, aún mas que yo, de tes. un tanto morena y cabeza rasurada. El que lo acompañaba era mas bien bajo rubio y regordete, ambos rondaban los 30 años.
Desde luego no me intimidaron, eh visto cosas peores, pero despertaron mi curiosidad.

-Eres el nuevo? -pregunto el regordete sentándose de costado en la frente a  mi.
-Si. - me limite a contestar.

El grandullón me miraba fijo a los ojos, ¿querría intimidarme?, no lo hacia, pero en verdad me irritaba, nunca estuve acostumbrado a callar.

-Y de donde vienes? 
-No lo recuerdo. -respondí  nuevamente cortante.
-Que no lo recuerdas? -preguntó, fingiendo aguantar una asquerosa risa- oíste Bic? Dice que no lo recuerda. -dijo codeando al grandulón.

 A caso estaba borracho? Descarte esa posibilidad por el único motivo que no se permitía introducía alcohol, pero lo parecía. El grandote me miraba aún fijo a los ojos.

-No nos quieres preguntar nada? no sientes curiosidad por quienes somos? -me dijo mirándome con los ojos saltones.
-En absoluto. -le mentí, y me incorpore para dirigirme a la puerta.
 Al tomar el pestillo de la puerta aproveche para mirar a mi derecha, ambos me miraban, pero el regordete ya no tenia esa sonrisa patética, al contrario, ahora mostraba una cara de loco psicópata.

jueves, 4 de noviembre de 2010

MI NOMBRE ES HUNTER HEADEN



Primera parte


A veces siento que mi cabeza ya no forma parte de mi cuerpo… es mas, que ronda por lugares que desconozco. Aquella noche sucedía algo parecido.
Caminaba solo por el sucio callejón, cada paso me costaba la vida. Pronto comencé a ver que todo se nublaba y oscurecía, las cosas se movían de lugar, temblaban. Intente seguir. No recuerdo más…

Cuando abrí mis ojos me encontraba en este lugar, una especie de psiquiátrico que quiere aparentar ser otra cosa, donde todos decimos no estar locos, pero vemos sombras en medio de la soledad y escuchamos voces donde no las hay.
En el centro de rehabilitación “Summer Sun” somos muchos, pero el lugar es tan inmenso que parece desolado. A veces pienso en el nombre… sol de verano, y me parece ridículo, tal vez sea porque en esta parte de Dakota del norte nunca deja de llover. Y si hablamos del cartel de la entrada que comienza con “Centro de rehabilitación…”, aquí nadie conoce a alguien que haya salido.

No me preocupa el hecho de no poder salir y quedarme para siempre en este lugar, lo que me preocupa es quien me trajo y porque; aunque, no se porque pero… creo tener a las personas perfectas.
Cuando cumplí los dieciocho años entre a un centro militar como recluta, intente impresionar en la prueba de admisión, creo que no debí hacerlo. Al terminar las pruebas teóricas y practicas, un militar de alto grado me llamo aparte del resto de los aspirantes: “tenemos planes para ti”, luego me llevo a una oficina… puedo recordar el cuestionario, y la voz fría y grave con la que hablaba.

-¿Nombre?
-Mi nombre es Hunter Headen –respondí extrañado.
-¿edad?
-18 años.
-No necesito mas, sé que viniste queriendo llegar a ser militar, pero lo que te ofrezco es mucho mejor.


“¿mucho mejor?” me pregunte a mi mismo, me lo pregunte en ese momento, me lo pregunte cuando me entere de lo que se trataba, y me lo sigo preguntando aún, con la diferencia de que ahora si tengo una respuesta.
Se trataba de una agencia, que ya conocía, y estoy seguro de que cada uno de los trescientos millones de habitantes de los Estados Unidos la conoce.


-Entraras a la escuela militar, con la diferencia de que cuando te gradúes vendrás con nosotros.


No me entere de la verdad hasta que tres años después me gradué y me llevaron al lugar.
Me dejaron en la puerta, cuando baje de la camioneta, mi corazón volvió a su ritmo normal y me pregunte a mi mismo “¿tanta incógnita por esto?”…